Los hermanos Joseph y Étienne Montgolfier, franceses, han pasado a la historia porque fueron los primeros que lograron elevar por los aires un globo aerostático. El experimento entusiasmó frenéticamente a la gente de época.
Joseph Montgolfier (1740-1810) y su hermano Étienne (1745-1799) trabajaban en la fábrica de papel que su padre tenía instalada en Vidalon-les-Annonay; pero eran además estudiosos investigadores de técnicas y procedimientos nuevos. A ellos se debe un sistema de máquina para elevar agua, llamada “ariete hidráulico”, y Étienne, por su parte, renovó la industria papelera francesa, introduciendo, además, en el país el papel vitela. Su gloria mayor fue, sin embargo, la de haber construido el primer globo que se elevó por los aires. Estaba hecho de papel con refuerzos de tafetán y llevaba un hornillo en la boca, situada en la parte interior, para calentar el aire. Tenía una capacidad de veinte metros cúbicos. Después de una prueba privada, efectuaron otra en Versalles, delante del rey Luis XVI, la reina María Antonieta, la corte y de una gran cantidad de público embelesado. Esta vez el globo llevaba pasajeros: un conejo y un pato.