Gramme siguió la corriente

Volta dio el primer paso en el descubrimiento de la electricidad, a fines del siglo XVIII. Pero hasta el año 1869, en que el belga Zénobe Gramme inventó la primera dínamo, su utilidad fue nula. Desde entonces ha contribuido enormemente al progreso.

Zénobe Théophile Gramme (1826-1901) no era un científico en el sentido que se suele dar a esta palabra, sino un ingenioso y hábil electricista, que trabajaba en París como obrero modelista en una empresa constructora de aparatos eléctricos. En 1869 ideó un sistema de colector que le permitió construir el primer generador de corriente continua y en 1872 inventó el primer generador de corriente alterna, que le valió muchas felicitaciones y el premio Volta, otorgado a los grandes descubridores en el campo de la electricidad. El invento de Gramme fue de gran utilidad práctica, ya que, tiempo después, se descubrió que su dínamo podía producir electricidad lo mismo que cambiar ésta en fuerza motriz. Obtenida la patente de su invento, Gramme se asoció con Hipolyte Fontaine para producir corriente eléctrica y suministrarla a los consumidores.