Alejandro Magno, generoso pero arrogante

Este príncipe inteligente y audaz heredó de su padre, Filipo II de Macedonia, el gusto por la guerra. A los 17 años ya se distinguía por sus campañas militares, que había de prolongar hasta la India. Murió a los 33 años, llorando porque no había podido conquistar más tierras.

alejandro-05 A los 20 años, Alejandro sucedió a su padre, asesinado por un griego descontento. Después de haber impuesto la dominación macedónica a Grecia, emprendió su vasta campaña militar en tierras de Asia. Derrotó a los persas dos veces, invadió Egipto y extendió sus conquistas hasta las orillas del Indo. Venció a Poro, rey de la India; pero le devolvió sus estados. La inmensa extensión del imperio por él creado contribuyó a la difusión de la cultura helénica en Asia occidental y Egipto. Se desposó con la bella Roxana, hija de un príncipe de Sogdiana, y por razones de estado también tomó por esposas a Estatira, hija de Darío III y a Parisatis, princesa persa. Alejandro fue un monarca generoso, valiente y arrogante a la vez, cediendo a veces a los impulsos de un temperamento fogoso. En un acto de embriaguez, defecto que minó su salud, mató a Clito, con quien se había criado. La leyenda aureoló a este personaje, realmente grande, discípulo de Aristóteles.

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