Colón merece sus altos monumentos

Pocos personajes han alcanzado la fama y popularidad de Cristóbal Colón, nacido hacia 1450, no se sabe exactamente dónde, aunque se cree que en Génova, y muerto en Valladolid en 1506. El descubrimiento de América es, en realidad, la epopeya más grande de la historia.

Colón se proponía llegar a la India por una ruta marítima más directa que la empleada por los portugueses, quienes bordeaban el continente africano doblando el cabo de Buena Esperanza; él pensaba que dando la vuelta al mundo llegaría primero. Sus cálculos eran erróneos, como sostenían los doctos de la Universidad de Salamanca; pero su obstinación le llevó al descubrimiento de América, juzgada al principio como la parte más occidental de Asia. El 3 de agosto de 1492 Colón embarcó en el puerto de Palos y el 12 de octubre del mismo año arribaba a la primera tierra americana descubierta: una pequeña isla de las Bahamas, que los nativos llamaban Guanahaní. Tanto en este viaje como en otros tres consecutivos, el gran almirante llegó a otras diversas tierras de América Central. Con su gesta imprevista Colón, protegido por los Reyes Católicos, escribió la página más gloriosa de la historia de España y de la historia universal.